Franz Kafka (Praga, 1883-1924) se interesó desde joven por la mística y la religión judía, que ejercieron sobre él una notable influencia y favorecieron su adhesión al sionismo. Su obra, que nos ha llegado en contra de su voluntad expresa, pues ordenó a su íntimo amigo y consejero literario Max Brod que, a su muerte, quemara todos sus manuscritos, constituye una de las cumbres de la literatura alemana, y se cuenta entre las más influyentes e innovadoras del siglo XX. En la línea de la Escuela de Praga, de la que es el miembro más destacado, su escritura se caracterizó por una marcada vocación metafísica y una síntesis de absurdo, ironía, lucidez y pesimismo.
Gustave Flaubert (1821-1880) no fue sólo un magistral adelantado de la modernidad, sino que fue también gran contador de historias, prodigioso captador de ambientes y extraordinario creador de caracteres. Además de "Madame Bovary", entre sus obras cabe destacar "La educación sentimental", "Salambó" y "Tres cuentos", obras todas ellas publicadas en Alianza Editorial.