Ediciones Salamina - 9788412856170
La invasión tuvo lugar ante las mismas narices de la poderosa Royal Navy. Con las tres armas de la Wehrmacht colaborando a través del OKW, la Operación Weserübung constituyó un hito importante y la demostración de que los alemanes habían comprendido mejor las realidades de la nueva guerra moderna desde la Primera Guerra Mundial. Noruega incluyó algunos de los elementos de la «guerra alemana» que luego se hicieron célebres con la denominación de Blitzkrieg.
Por el contrario, el fracaso británico en Noruega debilitó su posición como potencia militar, tanto a ojos de los franceses como de Estados Unidos. La campaña noruega coincidió con la derrota de Francia en la primavera de 1940 y puso al bando aliado en una peligrosa tesitura. Pero Winston Churchill, que había sido responsable de algunas de las peores decisiones y errores de la campaña al frente del Almirantazgo, no solo sobrevivió políticamente, sino que fue elegido primer ministro. Su determinación para seguir resistiendo a Hitler en el verano de 1940 constituye uno de los momentos decisivos de la Segunda Guerra Mundial. La personalidad de Churchill definió la visión en el campo aliado durante la primera mitad del conflicto. Este fue, de forma indirecta, el beneficio más importante que la invasión de Noruega tuvo para el mundo libre.
Antonio Muñoz hace un profundo análisis a nivel operacional de toda la campaña noruega, así como un riguroso estudio de todas las decisiones políticas de ambos bandos.
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Escrito por Antonio Muñoz Lorente
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