A modo de trilogía, Novelas de Santa María reúne tres de las obras más importantes de Onetti que transcurren en esta ciudad mítica: La vida breve (1950), El astillero (1962) y Juntacadáveres (1964).Sin salir de esta ciudad, a través de sus personajes (Brausen, Díaz Grey, Petrus o Larsen ), descubriremos el universo que Onetti construye como refugio del hastío, un mundo paralelo lleno de imaginación como alternativa a la realidad de una mujer mutilada, un astillero en ruinas o las desdichas sentimentales de sus personajes, un mundo donde imaginar y fingir son las herramientas para construir el sentido de la vida. Un microcosmos que marcará toda la vida literaria de Onetti, desde «Un sueño realizado» (1941), donde ya se prefigura la ciudad de Santa María, hasta Dejemos hablar al viento (1979), novela en la que Onetti incendia la ciudad.
«Onetti narra un mundo real, y otro imaginario como refugio o escapatoria para quienes sienten quela vida se les ha vuelto invivible, para quienes no quieren caer en el suicidio». MARIO VARGAS LLOSA
Ficha técnica
Editorial: Rba Libros
ISBN: 9788498678697
Idioma: Castellano
Número de páginas: 800
Tiempo de lectura:
19h 12m
Encuadernación: Tapa dura
Fecha de lanzamiento: 11/11/2010
Año de edición: 2010
Plaza de edición: Es
Colección:
Otros Ficción
Otros Ficción
Alto: 21.0 cm
Ancho: 14.0 cm
Peso: 985.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Juan Carlos Onetti
Juan Carlos Onetti (Montevideo, 1909 - Madrid, 1994) fue uno de los mejores exponentes de las letras hispánicas del siglo XX. Autor de relatos y novelas, a su primera etapa se deben obras tan importantes como El pozo (1939), Tierra de nadie (1941), Para esta noche (1943) o La vida breve (1950). Desde la publicación de esta última, comenzó a situar todas sus obras en Santa María, universo imaginario a través del que sentó escuela en la narrativa latinoamericana. Los adioses (1953), El astillero (1961) o Juntacadáveres (1964) son buena muestra de su madurez y altísima calidad literaria. Exiliado en España desde mediados de los años setenta, obtuvo el prestigioso Premio Cervantes en 1980 y el reconocimiento de su país, una vez este recobró la democracia, con el Gran Premio Nacional de Literatura en 1985.