Pels volts de 1151, l’abadessa benedictina Hildegarda de Bingen va escriure i musicar Ordo Virtutum, possiblement el drama al·legòric musical més rellevant de l’edat mitjana, del qual es conserva íntegrament el text i la notació musical en neumes. Aquesta obra singular explica en vers lliure la història d’una Ànima que es debat entre seguir la vida lluminosa, inspirada per les Virtuts, o la vida obscura, imbuïda per les temptacions del Diable, en un context en què el cant i la música actuen com a medicina purificadora per a l’Ànima. En aquesta edició bilingüe, el lector trobarà acarats el text llatí i la traducció —a primera en català—, juntament amb un estudi complet que li permetrà copsar la bellesa lírica i mística, així com la força dramàtica i espiritual d’aquesta obra universal.
Ficha técnica
Editorial: Publicacions i Edicions de la Universitat de Barcelona
ISBN: 9788491680185
Idioma: Catalán
Número de páginas: 220
Tiempo de lectura:
5h 11m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 12/04/2018
Año de edición: 2018
Plaza de edición: España
Colección:
FILOLOGIA UB – BIBLIOTECA
FILOLOGIA UB – BIBLIOTECA
Alto: 2.4 cm
Ancho: 1.7 cm
Peso: 440.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Hildegarda de Bingen
La abadesa de Bingen es una de las mujeres más representativas de la Edad Media occidental, con una gran influencia en la historia de su tiempo. Ofrece un ejemplo excepcional de lo que una mujer podía realizar en el siglo xii, tanto en el plano de la acción como en el de la vida religiosa, científica y artística. Su figura se impone por la cualidad de sus experiencias, por su curiosidad científica y por su energía reformadora. Fue una mujer culta (conocedora de Lucano y Cicerón), una de las místicas más importantes de todos los tiempos y, además, compositora, poetisa, conocedora de las plantas y animales (identificó una cuarentena de peces que vivía en los ríos próximos a su convento), observadora de los fenómenos naturales, de los caracteres y enfermedades humanas, interesada por los mitos cosmológicos, las fantasías y los símbolos del mundo. Rompió las barreras morales y físicas de su época al fundar su propio monasterio en un siglo en el que las órdenes femeninas dependían enteramente de su alianza con una orden masculina a la que se sometían. Siguió con gran atención los movimientos políticos y espirituales de su tiempo, manteniendo una abundante correspondencia con papas, emperadores, obispos, abades, en la que reclamaba valientemente atención a sus propuestas de reforma y en la que denunciaba la corrupción y la simonía.