PERENNE EMERGENCIA. TENDENCIAS AUTORITARIA EN EL SISTEMA PENAL

Cuando el Estado pierde su capacidad de defender los derechos de los individuos, o sea, de proteger a las personas, forzado por su incorporación al orden de la globalización a adoptar las políticas neoliberales desenfrenadas, debe buscar otras formas de autolegitimación. Y la paradoja consiste en que a través de la negación de la seguridad de los derechos a los desechos humanos trabajadores precarios, inmigrantes, refugiados el Estado construye una nueva legitimidad para sí mismo mediante otro tipo de seguridad, la penal, que es precisamente la que debe garantizar contra los que les negó antes su seguridad existencial. De ahí la infame “cuestión de seguridad” que se basa en la sugestión mediática de temores inducidos o exagerados sobre los peligros de las actividades potencialmente desestabilizadoras de quienes lo han perdido todo o no han tenido nada: en una palabra, la variante penal del populismo.