PIEL MORENA

En los años setenta del siglo pasado, los avatares de la vida llevaron al autor de este relato a establecer contacto con una tribu indígena de una remota isla de la costa del Pacífico a la que aún no había alcanzado ni el más mínimo vestigio de civilización y que únicamente se regía por el dominio de dos fuerzas complementarias: la experiencia de un jefe supremo, un caudillo o patriarca que representaba la autoridad civil, y la influencia mágica y poderosa de un chamán, cuya gran prerrogativa era ser portador de los designios de una divinidad primitiva respecto de aquellos conflictos que los nativos no podían resolver por sí mismos. El inesperado visitante supo ganarse la confianza de aquellos sencillos pobladores, que lo acogieron en el seno de su comunidad aceptándolo como uno más, hasta el punto de ver con buenos ojos la incipiente relación amorosa que al poco tiempo surgió entre él y Lluvia, la primogénita del jefe, la joven más hermosa y deslumbrante de la tribu, con la que tendría una hija y viviría un tiempo gozoso de intensa pasión amorosa. Sin embargo, una serie de acontecimientos inesperados estaban por venir y provocarían que este idílico paraíso se desbaratase irremediablemente. Piel morena da cuenta de una serie de sucesos autobiográficos de juventud que el narrador nos relata con gran sencillez. Una aventura tan real como asombrosa en la que las pasiones humanas —las nobles y las que no lo son tanto– adquieren una dimensión protagonista. Una lectura grata que el lector sabrá apreciar.