Estas Reflexiones vienen a ser una antología muy poco común de la sabiduría y del ingenio e Oriente, obra de una de las autoridades máximas del sufismo y de la literatura persa. Aun descartando su principal significado esotérico, estos cuentos y leyendas poseen un indudable valor como entretenimiento. Idries Shah, diestro narrador que combina el lirismo de Tagore con la serena sabiduría de Krishnamurti, es el más claro exponente del mundo del sufismo (antiguo pensamiento tradicional islámico, para unos, místico, para otros, un cuerpo de conocimientos morales). Shah, en su afán de transmitir a Occidente más de mil años de sabiduría islámica y de pensamiento oriental popular, intenta hacerle accesible aquellos aspectos del sufismo que más le puedan beneficiar. La forma de hacerlo, a través de situaciones simples e ingeniosas -analogías, parábolas, sentencias, proverbios- que encierran agudos mensajes y un profundo conocimiento del hombre y de la vida, es el modo más eficaz de llegar al mayor número posible de lectores: a los sencillos y a aquellos que no consideran menoscabo ponerse de vez en cuando a su altura.
Ficha técnica
Traductor: N. Vestavi
Editorial: Ediciones Paidós
ISBN: 9788475094069
Idioma: Castellano
Número de páginas: 128
Tiempo de lectura:
2h 58m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 01/10/1986
Año de edición: 1986
Plaza de edición: Es
Colección:
Orientalia
Orientalia
Peso: 140.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Idries Shah
Autor y maestro situado en la cima del conocimiento secreto de la tradición Sufi, Idries Shah fue un prolífico escritor con una enorme repercusión popular: sus libros abarcan desde la psicología y la espiritualidad hasta los cuentos de sabiduría y los estudios culturales. Considerado como el gran divulgador del Sufismo en Occidente, nació en Simla, India, en el seno de una familia de la nobleza afgana, y fue educado en Inglaterra. Distinguido con títulos como Sayed (descendiente de Muhammad), Hadrat (La Presencia) o Gran Sheikh de la Tariqa Naqhsbandi, su manera de enseñar generaba desconcierto y solía provocar las iras de los académicos, así como la admiración de personalidades como Doris Lessing, Ted Hughes, Robert Graves, J.D. Salinger o Jorge Luis Borges. Su sentido del humor y sus ideas sobre la atención y la intuición, hoy comúnmente aceptadas, hacen de su obra un constante aprendizaje contra el ego y un vehículo imperecedero hacia la consciencia.