Si puedes encontrar un modo de vida mejor que el poder para los que van a detentar el poder, te es posible estructurar una ciudad bien administrada, pues sólo en ella gobernarán los que en verdad son ricos, no en oro, sino en esa riqueza que nocesita el hombre feliz: una vida buena e inteligente. Por el contrario, si lo mendigos y hambrientos de bienes privados se arrojan sobre el ámbito público porque creen que es preciso arrebatar de allí lo bueno, no podrás, pues el gobierno se vuelve objeto de disputa y esta guerra entre allegados, es decir, interna, los destruye a ellos y al resto de la ciudad.
Ficha técnica
Traductor: Marisa Divenosa
Prologuista: Claudia Marsico
Editorial: Losada
ISBN: 9789500393133
Idioma: Castellano
Número de páginas: 646
Tiempo de lectura:
15h 29m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 21/02/2006
Año de edición: 2005
Plaza de edición: Buenos Aires
Alto: 21.0 cm
Ancho: 13.0 cm
Especificaciones del producto
Escrito por Platón
PLATÓN. (Atenas o Egina,2 ca. 427-347 a. C.) fue un filósofo griego seguidor de Sócrates y maestro de Aristóteles. En 387 fundó la Academia, institución que continuaría su marcha a lo largo de más de novecientos años y a la que Aristóteles acudiría desde Estagira a estudiar filosofía alrededor del 367, compartiendo, de este modo, unos veinte años de amistad y trabajo con su maestro. Platón participó activamente en la enseñanza de la Academia y escribió, siempre en forma de diálogo, sobre los más diversos temas, tales como filosofía política, ética, psicología, antropología filosófica, epistemología, gnoseología, metafísica, cosmogonía, cosmología, filosofía del lenguaje y filosofía de la educación; intentó también plasmar en un Estado real su original teoría política, razón por la cual viajó dos veces a Siracusa, Sicilia, con intenciones de poner en práctica allí su proyecto, pero fracasó en ambas ocasiones y logró escapar penosamente y corriendo peligro su vida debido a las persecuciones que sufrió por parte de sus opositores. Su influencia como autor y sistematizador ha sido incalculable en toda la historia de la filosofía, de la que se ha dicho con frecuencia que alcanzó identidad como disciplina gracias a sus trabajos.