Todo lo renovó Darío: la materia, el vocabulario, la métrica, la magia peculiar de ciertas palabras, la sensibilidad del poeta y de sus lectores declaraba Borges al reflexionar sobre el legado del artista nicaragüense. La presente edición pretende recuperar su figura, la de uno de los poetas más grandes de nuestra literatura, que disfrutó de una vida de viajes, amoríos y decadencia que ilustraría más de una novela, y cuyos versos universales sientan las bases de la modernidad de nuestra lengua al liberarse de la retórica decimonónica.
A lo largo de las diferentes obras recogidas en el volumen se puede apreciar la evolución de Darío desde una primera etapa todavía vinculada al Romanticismo español y a Victor Hugo, hasta la nueva concepción estética de clara influencia parnasiana que inaugurará con Azul allá por 1888. Sin embargo, la plenitud del Modernismo y de toda su imaginería exótica no llegará hasta unos años después con Prosas profanas.
Asimismo, descubriremos una faceta menos conocida del autor cuando se adentra en la poesía cívica y social en Canto a la Argentina o El canto errante, la mudanza hacia una línea más intimista y reflexiva de Cantos de vida y esperanza y la sorprendente sencillez formal que alcanza con Poema del otoño.
Ficha técnica
Editorial: Fundación José Antonio de Castro
ISBN: 9788415255123
Idioma: Castellano
Número de páginas: 856
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 01/10/2011
Año de edición: 2011
Plaza de edición: Es
Colección:
Biblioteca Castro
Biblioteca Castro
Alto: 22.0 cm
Ancho: 14.0 cm
Especificaciones del producto
Escrito por Rubén Darío
Nicaragua, (1867-1916). Rubén Darío, poeta, periodista y diplomático, fue considerado el fundador del modernismo. Desde sus comienzos fue considerado un artista prodigio y sus escritos fueron alabados por personalidades como Juan Valera. Sus múltiples viajes a lo largo de todo el mundo le reportaron un reconocimiento a nivel mundial. Las obras de Rubén Darío recogen el cosmopolitismo que vivió a lo largo de sus viajes, aunque el autor siempre recordó en su producción literaria sus raices provincianas, a las que jamás renunció.