Escrito por Teixeira de Pascoaes y EUGENIO DE ANDRADE
Teixeira de Pascoaes (Amarante, 1877-1952) fue el poeta portugués moderno más importante hasta la aparición de Fernando Pessoa, quien dijo de él que era «uno de los mayores poetas vivos y el mayor poeta lírico de la Europa actual». Autor de una amplia obra lírica, narrativa y ensayística, amigo fiel de Miguel de Unamuno, fue una de las figuras clave de las relaciones entre las literaturas ibéricas a principios del siglo xx. Visitó Barcelona y Madrid, sintió una hermandad muy especial con Galicia, y en todos lugares proclamó el saudosismo, que convivió en su país con el simbolismo y las primeras propuestas pessoanas. Su obra poética se extiende a través de casi dos decenas de títulos, desde 1898 hasta 1953, gracias a los cuales Pascoaes llegó a ser candidato al Premio Nobel en los años cuarenta. Olvidado en las últimas décadas del siglo xx por una parte de la crítica, que creyó ver en su obra una propuesta crepuscular y pasadista, se hace necesario volver a leer a Pascoaes un siglo después para descubrir, con otros ojos, la novedad de muchas de las imágenes que nos dejó su poesía.
Pseudónimo de José Fontinhas, poeta y prosista portugués nacido en Póvoa de Atalaya, en la región de Fundao. De familia campesina, heredó de ésta el desprecio por el lujo, que según él y en sus múltiples formas es siempre una degradación. Ex funcionario público, con influencias de la cultura griega y oriental, de una profunda cultura literaria y excelente conocedor de la poesía española, no soportó que le atribuyeran palabras que no fueran de su vocabulario personal, defendió la exactitud del lenguaje y no le interesaron nunca el dinero y la fama. En Oporto existe una fundación con su nombre. Fue el representante de una izquierda que rechaza siempre la iniquidad y todas las formas de represión. Murió el 13 de junio del 2005 en Oporto, tras una larga enfermedad.