SEXUALIDAD HUMANA Y MATRIMONIO CRISTIANO

La nuestra es una generación sin padre, porque al rechazar al Padre, la sociedad moderna pierde su apoyo, su punto de referencia, la norma que dirija su conducta, por lo que se vuelve incapaz de dar una auténtica educación sin saber conducir al hombre por la vida. Los padres carecen de autoridad para decir "no" porque ellos mismos han perdido su horizonte, han perdido a Dios y ya no saben qué camino seguir ni por qué norma regirse. Por eso los hijos y los jóvenes de hoy se pasan el día tumbados frente al televisor, mirando lo que quieren sin control y creciendo sin esqueleto que les mantenga en pie ante las dificultades de la vida, sin capacidad de sufrimiento. Una sociedad que no sabe corregir es una sociedad a la deriva; ésta es la desgracia de nuestro tiempo.El muchacho hebreo, cuando llega a la adolescencia y comienza a desarrollar su capacidad para dar la vida, lo primero que hace es acoger la Palabra de Dios y dejarse guiar por ella. Se trata del BAR MITZVÁ para los muchachos a los 13 años y el BAT MITZVÁ para las muchachas a los 12. Es una especie de matrimonio con la TORAH, de forma que el primer baile de su vida es con la Palabra de Dios, y guiados por ella viven los años de la pubertad en continencia. Sólo entonces son verdaderamente adultos y están preparados para el matrimonio porque, apoyados en la Palabra, han sabido dominarse a sí mismos y tienen capacidad para donarse. Por eso: "no te cases con quien no está casado con la Palabra de Dios", pues carecerá de dominio sobre sí y no podrá dar sino exigir.