Sinopsis de SI AMAESTRAS UNA CABRA, LLEVAS MUCHO ADELANTADO
«¿Quién no lleva una cabra dentro? Una cabra puede ser un disgusto, una obsesión, un objeto de deseo, un tesoro. Tarde o temprano, sentimos la necesidad de dialogar con la cabra que llevamos dentro y convencerla de que entre en vereda. Y el animalico lo hace, se aviene. Se producen entonces en nuestras vidas momentos radiantes, de conformidad luminosa. Así, empecé yo hace unos meses, a escribir los textos que dan cuerpo a este libro. El milagro de convertir en letras, palabras o frases lo que fragua el pensamiento-cabra se produce con la doma de las ideas-cabras.»Amaestrada la cabra, sujeta a norma escrita y dibujada, uno, en esta feria del mundo, la exhibe sin escalera y sin látigo. Y por si caen unas perras en la boina.»
Ficha técnica
Editorial: Ediciones Martínez Roca
ISBN: 9788427039834
Idioma: Castellano
Número de páginas: 216
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 12/03/2013
Año de edición: 2013
Plaza de edición: Barcelona
Colección:
Mr Prácticos
Mr Prácticos
Alto: 18.5 cm
Ancho: 12.6 cm
Grueso: 1.3 cm
Peso: 170.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por José Luis Cuerda
«Nací y viví en Albacete hasta los quince años. Tres de ellos, muy lujuriosos, en los seminarios de Hellín y de la capital, después de iniciar el bachillerato en los escolapios, penal de la orden de la región valenciana, lleno de curas malos —y más vale que no me tiren de la lengua— y en el Instituto de Enseñanza Media. Nos trasladamos a Madrid porque mi padre ganó al póker un piso a estrenar en el paseo de la Habana a uno de los más conocidos constructores de este país. Terminé mis estudios primero, en un colegio donde el matrimonio Rubert-Ontañón hacía lo que podía —ponernos de rodillas, dar algún pescozón…— y mimaban como se merecía al compañero y luego científico Barbacid. Rematé preu de letras en el Liceo Anglo Español del señor Verdú —abuelo según supe años después de Maribel— e iniciador nuestro en goces como el de beber Vega Sicilia, invitados por él. Tres años —cursos incompletos— de Derecho en la Complutense me animaron a militar durante una temporada en el PCE y a abandonar la carrera. Durante los que estuve en TVE, muchos, aprendí la práctica de rodar y, paseando con los amigos por Argüelles, la teoría e historia del cine por lo menudo. Luego, he rodado una docena de largometrajes (El bosque animado, Amanece, que no es poco y La lengua de las mariposas, entre otros) y he pasado —han pasado sobre mí— dos o tres enfermedades muy puñeteras que me han facilitado la vuelta a mi primera inclinación artística: escribir. Y eso es lo que nos trae aquí.»