A finales de los años 70 la ETA había impuesto su ley de hierro en las provincias vascas y Navarra, especialmente en las zonas rurales. Sus continuos y feroces atentados estremecían al país y abrumaban al Estado. Y las fuerzas de seguridad (junto a los militares, sus dianas preferidas) se veían impotentes para contrarrestarla embestida criminal. En febrero de 1980, tras el atentado en Ispáster que acabó con la vida de seis guardias, comienza su actividad una nueva unidad de élite de la Guardia Civil: el Grupo Antiterrorista Rural (GAR) cuyos objetivos eran reconquistar el espacio público, dar seguridad a personas e instituciones, luchar contra la banda con nuevos métodos y llegar hasta el último rincón de las provincias vascas para sentar las bases de la información antiterrorista. En definitiva acosar a la ETA y su entorno hasta su última madriguera. Treinta años después, invertidas las tornas, la ETA fue derrotada, aunque nunca lo reconociera. De la mano de Juan José Mateos, veterano de la unidad y víctima de la ETA, esta es la historia de su peor pesadilla y una de las causas principales de su desaparición: el GAR, a quien debemos una gran parte de la victoria de la democracia contra la barbarie.
La ETA, una organización terrorista sin parangón en Europa, dejó un reguero de viudas, huérfanos, hermanos y amigas no solo desconsolados por unas muertes dramáticas sino vilipendiados por una sociedad cruel, aterrorizada y, en muchos casos, complice que no supo o quiso mostrar el mas elemental rasgo de piedad o empatia con unas victimas cuyo unico pecado era su parentesco con los que la organizacion terrorista habia puesto en una diana, antes de disparar un arma.Todos ellos son los inocentes de los que habla este libro unico y brutal que quiere rendir sentido homenaje a miles de compatriotas heridos por la metralla, pero quiza aun mas, por el desprecio de una sociedad enferma y de un pais acomplejado que ademas de no defender sus vidas no supieron consolar a sus familiares.Pese a los rios de tinta utilizados para intentar contar los años salvajes de la reciente historia de España, hasta ahora nunca se habia abordado el fenomeno del dia despues como se hace en este libro. Tras la sangre vino el exilio de las provincias vascas o, peor aun, la permanencia en un territorio hostil que solo les ofrecio ausencia de empatia, desden y hasta burlas. Inocentes. Las otras victimas de la ETA relata la historia de unos heroes anonimos que resistieron y mantuvieron la dignidad de los muertos y de todos nosotros.
A finales de los años 70 la ETA había impuesto su ley de hierro en las provincias vascas y Navarra, especialmente en las zonas rurales. Sus continuos y feroces atentados estremecían al país y abrumaban al Estado. Y las fuerzas de seguridad (junto a los militares, sus dianas preferidas) se veian impotentes para contrarrestar la embestida criminal.En febrero de 1980, tras el atentado en Ispaster que acabo con la vida de seis guardias, comienza su actividad una nueva unidad de elite de la Guardia Civil: el Grupo Antiterrorista Rural (GAR) cuyos objetivos eran reconquistar el espacio publico, dar seguridad a personas e instituciones, luchar contra la banda con nuevos metodos y llegar hasta el ultimo rincon de las provincias vascas para sentar las bases de la informacion antiterrorista. En definitiva, acosar a la ETA y su entorno hasta su ultima madriguera.Treinta años despues, invertidas las tornas, la ETA fue derrotada, aunque nunca lo reconociera. De la mano de Juan Jose Mateos, veterano de la unidad y victima de la ETA, esta es la historia de su peor pesadilla y una de las causas principales de su desaparicion: el GAR, a quien debemos gran parte de la victoria de la democracia contra la barbarie.
La ETA, una organización terrorista sin parangón en Europa, dejó
un reguero de viudas, huérfanos, hermanos y amigas no solo desconsolados
por unas muertes dramáticas, sino vilipendiados por
una socie