Sinopsis de SIEMPRE QUISE BAILAR COMO EL NEGRO DE BONEY M
«Barcelona es una ciudad donde la violencia no respeta ni a los viejos ni a los niños, una ciudad donde la vida en su estado natural es cruel y a veces sucia, una ciudad donde reina una batalla sin cuartel de todos contra todos y donde los más fuertes y los más sinvergüenzas avasallan a los más débiles.» «Barcelona es una ciudad violenta, más de lo que la gente cree…» La investigación de un caso de espionaje industrial hará que Evaristo Conrado, ex-guardia civil metido a detective privado, se vea inmerso en una compleja trama de intrigas masónicas, asesinatos y experimentos farmacéuticos con soldados españoles en Afganistán. Para ello deberá adentrarse en los más oscuros ambientes policiales y en los bajos fondos de la Barcelona actual. Con una narrativa ágil, llena de ironía y cinismo, Siempre quise bailar como el negro de Boney M recupera el sabor de los clásicos americanos de novela negra.
Ficha técnica
Editorial: Inedita
ISBN: 9788492400287
Idioma: Castellano
Número de páginas: 320
Tiempo de lectura:
7h 36m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 04/10/2011
Año de edición: 2011
Plaza de edición: España
Alto: 2.3 cm
Ancho: 1.5 cm
Grueso: 15.0 cm
Peso: 465.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por José Luis Romero
José Luis Romero (Buenos Aires, 1909 - Tokio, 1977) fue un historiador argentino doctorado en la Universidad Nacional de La Plata. Se dedicó luego a la historia medieval y desarrolló una larga investigación sobre los orígenes de la mentalidad burguesa, que culminó en sus dos obras mayores: La revolución burguesa en el mundo feudal y Crisis y orden en el mundo feudoburgués. Paralelamente, y en su calidad de historiador y de ciudadano - militó en el Partido Socialista -, se dedicó a la historia argentina y escribió en 1946 una de sus obras clásicas: Las ideas políticas en Argentina. Enseñó en las universidades de La Plata y de la República (Montevideo). Desde 1958 lo hizo en la Universidad de Buenos Aires, donde fue Rector interventor en 1955 y Decano de la Facultad de Filosofía y Letras en 1962. Allí fundó la cátedra de Historia Social General, que tuvo una influencia decisiva en la renovación historiográfica de la década de 1960. En 1975 fue convocado para integrar el Consejo Directivo de la Universidad de las Naciones Unidas, con sede en Tokio, donde falleció en 1977.