Los personajes de esta historia viven en un pequeño pueblo de montaña y están, desde el comienzo, destinados a caer. Un incendio arrasa con el huerto, las gallinas y el abuelo. Las mujeres de la familia "una madre y sus dos hijas" deben evitar que la tortillería familiar termine de hundirse. Poco después, aparece un hombre enigmático y propone llevarse a una de las niñas para que participe en un programa televisivo en la ciudad. La narradora se queda en el pueblo, atormentada por no ser la escogida.Con una prosa perturbadora, Ale Lacour construye un relato descarnado sobre las oportunidades, el abandono y el peso de la herencia. Todos caen disecciona la violencia cotidiana que subyace en las relaciones más íntimas, repletas de amor y de envidia.