Autora de libros memorables como Léxico familiar, Sagitario, Las pequeñas virtudes, Todos nuestros ayeres, Me casé por alegría, La ciudad y la casa o A propósito de las mujeres, Natalia Ginzburg (1916-1991) —nacida Natalia Levi—, fue una de las escritoras más importantes de Italia. Vivó bajo el peso de los sucesos más trágicos del siglo XX: el fascismo mussoliniano, la II Guerra Mundial, que le privó de su primer marido Leone Ginsburg, muerto después de ser torturado por la Gestapo, y la postración económica posterior. Siempre buscó la realidad oculta bajo la hojarasca de las ideologías. Y lo hizo a través de un estilo literario, próximo al neorrealismo, que huyó del costumbrismo y los recursos emocionales. Buscó la realidad a través de la narración desnuda de la vida de esa gente corriente que soportaba la historia sobreviviendo a sus esperanzas y sus derrotas. Fue novelista, periodista, dramaturga y, en sus últimos años, diputada por el Grupo Parlamentario de Izquierda, con la esperanza de cambiar las cosas desde dentro del sistema.