VISIONES DE LA REAL FABRICA. EL SITIO DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILL A

Visionarios son aquellas personas que se adelantan a su tiempo y tienen visión de futuro, según el Diccionario de la Real Academia. Si osados fueron los canónigos que mandaron construir en Sevilla uno de los mayores templos de la Cristiandad, sin que las generaciones posteriores los tomaran por locos, de visionarios pueden calificarse los ingenieros y arquitectos que diseñaron el edificio de la Real Fábrica de Tabacos. Hagamos una obra tal que las generaciones venideras nos tomen por cuerdos. El edificio de la Real Fábrica de Tabacos se proyectó como el símbolo de la recuperación de una Sevilla cuya edad dorada se diluía Guadalquivir aguas abajo. Como ejemplo de cordura de una sociedad que se proyectaba hacia el futuro. Durante casi doscientos años este espectacular edificio fue el estandarte de la Sevilla industrial, de la pujanza de la incipiente sociedad civil, de la nueva arquitectura capaz de competir en dimensiones y belleza con El Escorial, de la ingeniería tecnológicamente avanzada. También fue cuna de mitos universales y leyendas de libertad; espacio pionero para la incorporación de la mujer al trabajo. Desde mediados del siglo XX el edificio alberga la visión del Conocimiento, la pasión del aprendizaje, la esperanza de millares de personas en un futuro mejor. En el corazón de Sevilla late aún con más fuerza el símbolo de una Universidad reconocida como Campus de Excelencia Internacional. Una nueva visión de futuro nos impulsa a devolver a la antigua y Real Fábrica de Tabacos todo su esplendor para convertida en nuestro gran Campus de Humanidades y en uno de los principales atractivos culturales, monumentales y museísticos de Sevilla.