Me parece paternalista esa actitud que postula que las personas inteligentes no sentirán ni desearán ayudar a los yanomamö porque a la postre tienen los mismos defectos sociales, emocionales y políticos que nosostros. Incluso voy más lejos: califico este tipo de actitudes de racismo académico. De ellas sse desprende que sólo merecen nuestra ayuda quienes se aproximan a la forma más pura del mito del buen salvaje, esa ingenua visión del hombre tan querida por los antropólogos moralmente correctos.