Espiritualidad del trabajo reivindica el trajín cotidiano y el ejercicio de la profesión como ayuda y no obstáculo para hallar a Dios. Y ofrece orientaciones muy valiosas y prácticas para facilitar esa experiencia. A Dios puede encontrársele en medio del bullicio del trabajo cotidiano. En vez de ser un impedimento para la vida de oración, puede convertirse en un refuerzo para nuestro avance espiritual. Más aún, debería ser para la mayoría el camino más recto para intimar con Aquel que nos ha enviado, como misión personal, a construir una sociedad más justa y fraterna, a en el tajo de cada día.