La búsqueda de la autonomía siempre ha sido un objetivo fundamental de la robótica. Durante años se ha tratado de que los robots estén dotados de capacidades de percepción y actuación autónomas, sin la intervencion de los humanos. Los robots industriales actuales son capaces de realizar autonomamente numerosas operaciones en procesos de fabricacion, ejecutando programas que permiten realizar movimientos variados en operaciones repetitivas en entornos estructurados y acondicionados para su funcionamiento. Sin embargo, la actuacion de robots en entornos naturales no acondicionados y con dinamicas no predecibles requiere funciones de interaccion con el entorno y capacidades de deliberacion mucho mas complejas. Un aspecto clave es la seguridad de funcionamiento: el robot no solo debe ser capaz de demostrar funcionalidades en determinadas condiciones, sino que debe funcionar siempre, aunque las condiciones del entorno sean impredecibles, y su funcionamiento debe ser seguro, incluso cuando se produzcan errores y fallos en propio robot. Por ello, las aplicaciones practicas de los robots completamente autonomos son todavia relativamente escasas. De hecho, en la practica totalidad de las aplicaciones actuales de los robots en entornos naturales no estructurados, se requiere que una persona supervise o guie la actuacion del robot La telerrobotica surge como sintesis de la teleoperacion y la robotica. Se trata de que el humano reciba la informacion de los sensores del robot y genere ordenes que se ejecutan de forma autonoma en el robot.