Diario de un alférez provisional. Su lucha en la defensa de Belchite y su cautiverio en Valencia y Barcelona."Tenía, al empezar este relato, 24 años; tenía, también, un corazón repleto de ideales, de afanes; intuía que mi futuro sería un futuro de españoles, de hijos españoles, y quería para ellos lo que he querido darles, lo que he podido darles, un presente lleno de paz, un provenir seguro. Pero, ¿a costa de qué?"