Magnífico libro para niños en el que se describe la historia de Teruel de la mano de Andrea, una joven estudiante que, en compañía de David recorre los principales acontecimientos y lugares de esta ciudad. Nmc. El texto va acompañado por numerosas ilustraciones a todo color y por pequeñas anotaciones complementarias.
Zara y Leo son los protagonistas de este libro en el que se narra, de modo ameno y divertido, la historia de Zaragoza desde sus orígenes hasta la actualidad. Niños y mayores podrán conocer, por medio de la palabra, la imagen y la mano de estos personajes, la trayectoria de la capital aragonesa y las diferentes culturas que han pasado por estas tierras, con sus principales personajes y escenarios urbanos, acompañados de un anecdotario dentro de cada epoca. Encuadernado en tapa dura.
Contiene ilustraciones Su vida en el seno del estamento eclesiástico; su peculiar forma de acceder al reinado cuando su predecesor lo había desautorizado previamente; la anómala solución dada a la crisis dinástica que se había producido en 1134; las circunstancias de su enlace matrimonial ante la necesidad imperante de buscar sucesión y dar continuidad al linaje, misión que solucionó a pesar del grave condicionante por su pertenencia al clero. Tal y como escribió el padre José Moret, los enormes vaivenes biográficos de Ramiro II le alejan de la vida habitual de cualquier monarca medieval, «dejando admirado al mundo de haberle visto en el breve intervalo de tres años, apenas cumplidos, monje, sacerdote, rey electo, casado, serlo con hija desposada y otra vez monje, como si fuera acto representado en teatro». Sin embargo, para el entonces reino de Aragón el balance de su reinado es absolutamente positivo. Con él el reino pudo superar la crisis más importante que había tenido hasta entonces en sus poco más de cien años de historia. Aragón podía haber desaparecido en aquel trance. Y no solo eso, sino que además consiguió reorientar el territorio hacia unas perspectivas mediterráneas de enorme trascendencia. Esta obra viene a cubrir la laguna que sobre la figura y el reinado de Ramiro II ha ido dejando la historiografía, para dar a conocer en profundidad no solo los años en que gobernó, sino también el periodo en que se desarrolló su vida, porque, como caso excepcional, aunque su reinado fue corto (1134-1137), sobrevivió dos décadas más, hecho que le permitió contemplar las importantísimas consecuencias de la política que había trazado y con ello la unión dinástica de Aragón y Cataluña, o, lo que es lo mismo, la génesis de la Corona de Aragón. Ningún monarca español, salvo en este caso, pudo contemplar directamente los efectos que su gobierno tuvo en el desarrollo posterior de los acontecimientos.
El testamento del monarca pamplonés Sancho Garcés III, del año 1035, fue el origen de la creación de dos reinos principales en la época medieval de la península ibérica: Aragón y Castilla. Uno de sus nietos, Sancho Ramirez, fue rey de los aragoneses y desde 1076 tambien alcanzo a ser soberano de los pamploneses. Con el se inicio el gobierno conjunto de ambos reinos, que se prolongo hasta 1134. Destaco Sancho Ramirez en sus relaciones internacionales y en las innovaciones que introdujo en Aragon y en Navarra, que supusieron una renovacion de las estructuras economicas y sociales, eclesiasticas y juridicas, culturales y artisticas, asi como la ampliacion de sus dominios a costa de las debilitadas taifas islamicas situadas al sur de sus territorios. A este rey se le debe, entre otras muchas cosas, la acomodacion de la Iglesia a las pautas seguidas en el resto de Europa. Fue, por otra parte, y asi ha sido reconocido, una de las personalidades que mas hicieron por la consolidacion del camino de Santiago, y el alma de una nueva legislacion que iba a suponer que emergiera el fenomeno urbano en diversos lugares, como la aragonesa Jaca o la navarra Estella. Los cambios que se vivieron en sus dominios, sobre todo en el ultimo tercio del siglo XI, permitieron que a su muerte, en 1094, sus hijos y sucesores sobre todo Alfonso I el Batallador pudieran controlar la mayor parte del valle del Ebro.