Sara y Alex se conocen en un vuelo internacional recién empezado el siglo XXI. Ella es del Sur, él del Norte. Sus vidas se cruzan en el cielo y sus lenguas lo harán en la tierra, en una historia de distancias donde los atentados de Nueva York, Madrid, Be
Once relatos que exploran historias de padres e hijos, hermanos y parejas en situaciones extremas. Andrea Jeftanovic retrata con una prosa poética e intima la violencia ambigua y sensual que tensa es
Andrea Jeftanovic, nacida en Santiago de Chile, 1970, es una de las voces más relevantes de su país. Doctorada en Letras por la Universidad de Berkeley, California, ha publicado las novelas Escenario de guerra (2000) y Geografia de la lengua (2007), el conjunto de testimonios y entrevistas Conversaciones con Isidora Aguirre (2009) y el ensayo Hablan los hijos (2011). Por el volumen de relatos No aceptes caramelos de extraños (Comba, 2015) recibio el Premio Mejor obra Literaria del Circulo de Criticos de Arte de Chile y numerosos elogios en la prensa internacional. Su obra figura en antologias extranjeras y nacionales, y ha sido traducida a varios idiomas. Combina la escritura con su labor academica en la Universidad de Santiago de Chile y es colaboradora habitual de medios como Letras Libres o El Mercurio. Las zonas fronterizas que explora Jeftanovic en estas nueve cronicas son a un tiempo experiencias vitales y literarias, donde lo mismo toma cuerpo lo vivido que lo imaginado, temido o soñado. El conflicto palestino-israeli, el tunel que comunicaba la Sarajevo bombardeada en la guerra de los Balcanes, la difusa frontera maritima entre Chile y Peru, los recovecos brasileños de Clarice Lispector , espacios en los que se adentra con una mirada personal, su poderosa capacidad para explorar los vericuetos de la psicologia humana, en palabras de Care Santos, con tal de comprender los complejos procesos belicos, politicos, culturales o linguisticos de cada zona. Tambien Cuba, California, la residencia de San Ildefonso en ocasion de la entrega del trigesimo tercer Premio Cervantes. Y de cada situacion emergen resonancias que traen al lector de vuelta al universo poliedrico de su celebrado No aceptes caramelos de extraños. Sus relatos sin concesiones a ningun prejuicio exigen lo mejor de los lectores y al mismo tiempo son misteriosamente accesibles, destaco J.A. Masoliver Rodenas.