Con el libro Cambios de piel, de 1990, Blatnik se firmó como uno de los autores de relatos breves con más futuro de la Europa Central. Por este trabajo recibió el premio Ciudad de Ljubljana. Desde el principio las criticas le fueron muy favorables: "es una literatura con una sensibilidad emotiva que no resulta molesta ni patetica, al contrario, es sumamente discreta y apenas perceptible, lo que hace de ella una escritura convincente e intensa"; son "relatos aparentemente sencillos, con exposiciones y detalles argumentales sutiles, de los que trasciende un indudablemente escepticismo, en medio, siempre, de un tono literario ingenioso y con un estilo tan confortable como un Mercedes".
La colección de relatos La ley del deseo se publicó en 2000 y es, además de Cambios de Piel, una de sus obras que más se han traducido de Andrej Blatnik (Ljubljana, Eslovenia). Desde el principio, el autor sigue siendo fiel a una estructura y una manera de contar particulares, o singulares, o bien, como observa Matías Escalera Cordero en sus palabras previas a esta edición: "... en un relato de Andrej Blatnik, lo que no se dice, lo que se presupone y se sugiere, el mundo evocado por lo que sí se nos cuenta y lo que sí sabemos; la entera realidad en que se integraría el fragmento de la misma que se nos ofrece, y que aparentemente tan sólo, aparentemente no está narrada, es, sin embargo, una presencia tan evidente, como lo expresamente narrado; a veces, incluso más evidente que lo expresamente narrado".