nacido en Torquemada (Palencia), es sacerdote claretiano, catedrático de Biblia en el Instituto Teológico de Vida Religiosa, integrado a la Universidad Pontificia de Salamanca. Su tesis doctoral versó sobre el Salmo 16. Es autor de algunos libros sobre salmos, entre ellos: «Los salmos, oración de la comunidad», Madrid 62004 y «Salmos», Madrid 2004.
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Este tercer volumen comenta los salmos pertenecientes a los libros tercero y cuarto del Salterio (Sal 73-89 y 90-106). Estos dos libros, como los dos precedentes (Sal 1-42; 43-72), finalizan con una doxologia: Bendito sea por siempre Yahve! ¡Amen! ¡Amen! (Sal 89,53), y ¡Bendito Yahve, Dios de Israel, / desde siempre y para siempre! Y todo el pueblo diga: ¡Amen! (106,48). El autor de las doxologias es probablemente el que dividio el Salterio en cinco libros. ¿Fue arbitraria esta division? ¿Se fijo en los titulos de los salmos para establecer las divisiones? ¿Presto acaso su atencion a los contenidos y al progreso del pensamiento?La editorial Desclee De Brouwer presenta esta serie de comentarios a la Nueva Biblia de Jerusalen, con la pretension de que ocupe el espacio abierto en el mercado de la lengua castellana entre la divulgacion y la critica cientifica.Angel Aparicio Rodriguez nacido en Torquemada (Palencia), es sacerdote claretiano, catedratico de Biblia en el Instituto Teologico de Vida Religiosa, integrado a la Universidad Pontificia de Salamanca. Su tesis doctoral verso sobre el Salmo 16. Es autor de algunos libros sobre salmos, entre ellos: Los salmos, oracion de la comunidad, Madrid 62004 y Salmos, Madrid 2004.
El cuarto volumen de este comentario está reservado para el quinto y último libro del salterio (Sal 107-150). Según los títulos del texto masorético, existe una breve colección davídica en los inicios del libro (Sal 108-110) y otra, algo mayor, casi al final (Sal 138-145). Algunos salmos de las canciones de las subidas (Sal 120-134) también son atribuidos a David (Sal 122; 124; 131; 133); uno más se le asigna a Salomón (Sal 127). Los salmos restantes del libro carecen de título, son huérfanos. Entre los salmos huérfanos tiene suma importancia el Sal 119, el más largo del salterio, dedicado todo él a cantar la revelación divina (la Ley) a lo largo de 176 versos. ¿Es posible alguna articulación de los salmos del quinto libro? La editorial Desclée De Brouwer presenta esta serie de comentarios a la Nueva Biblia de Jerusalén, con la pretensión de que ocupe el espacio abierto en el mercado de la lengua castellana entre la divulgación y la crítica científica.
Traducir de una lengua a otra es sumamente difícil. Si la lengua emisora es el hebreo y la receptora el español, lo difícil se torna complejo. Es el caso de los Salmos y del Cantar de los cantares. El hebreo y el español ni siquiera pertenecen a la misma familia linguistica. Ambos libros acumulan tantas dificultades que, para traducirlos de forma inteligible, era frecuente recurrir a las conjeturas. Se traicionaba asi el texto emisor y se descuidaba la busqueda de la Hebraica Veritas, en expresion de san Jeronimo. Ser fiel al texto hebreo; respetar el texto consonantico; preguntar a lenguas afines al hebreo (como el ugaritico, el fenicio o el eblaita); interrogar a los diccionarios, comentaristas y traductores actuales, son deberes de quien busca la Hebraica Ventas. Mientras inquiere, se pregunta: ¿que dice el texto?; y ¿como lo dire en mi lengua? El lector del presente libro tiene ante si una traduccion dinamica de los Salmos y del Cantar. La pregunta por la Hebraica Ventas, junto con el recurso a los medios mencionados, es constante a lo largo del texto.
Este tercer volumen comenta los salmos pertenecientes a los libros tercero y cuarto del Salterio (Sal 73-89 y 90-106). Estos dos libros, como los dos precedentes (Sal 1-42; 43-72), finalizan con una doxología: «Bendito sea por siempre Yahvé! ¡Amén! ¡Amén!» (Sal 89,53), y «¡Bendito Yahvé, Dios de Israel, / desde siempre y para siempre! Y todo el pueblo diga: ¡Amén!» (106,48). El autor de las doxologías es probablemente el que dividió el Salterio en cinco libros. ¿Fue arbitraria esta división? ¿Se fijó en los títulos de los salmos para establecer las divisiones? ¿Prestó acaso su atención a los contenidos y al progreso del pensamiento? La editorial Desclée De Brouwer presenta esta serie de comentarios a la Nueva Biblia de Jerusalén, con la pretensión de que ocupe el espacio abierto en el mercado de la lengua castellana entre la divulgación y la crítica científica.