Para Antonina Vallentin una biografía no es una sucesión de datos eruditos, ni es tampoco el brillo de un personaje deslumbrante; muy por el contrario ella presta a la precisión científico-histórica una emoción, un sentido de la vida, que hacen de la biografía escueta la descripción viva de una época, y que convierten el libro riguroso en una narración vibrante, en una obra de arte. Y esto es lo que sentimos al recorrer con El Greco las distintas tierras, al instalarnos en la Toledo imperial.
La biografía que le permitirá descifrar los enigmas del famoso CódigoLa trágica búsqueda de la perfecciónLos secretos que develan la personalidad tumultuosa de uno de lo