No se puede cuestionar que donde mejor se ve y se oye el idioma contemporáneo, donde aparece hoy todo el poder de la lengua, es en los medios de comunicación. Medios y profesionales de responsabilidad significativa respecto al uso de un idioma que requiere unidad y no uniformidad, que puede ser uno y distinto, ya que nuestra lengua, extendida entre tantos países y tantos millones de hablantes, recoge una gran variedad que tendería inevitablemente a la dispersión -recordemos que el español es la cuarta lengua más hablada del mundo, según el SIL (Summer Institute of Linguistics) con 392 millones de hablantes-. La finalidad de este libro, por tanto, no es otra que la de estimular el interés por nuestra lengua y la reflexión sobre los problemas que, en su uso, se plantean cada día, tanto en la prensa como en la publicidad, los medios audiovisuales, el lenguaje radiofónico o en las nuevas tecnologías, sin desdeñar la capacidad de creación de los futuros profesionales de los medios de comunicación; precisamente a ellos, a los hoy estudiantes de Periodismo, Ciencias de la Información, Publicidad, y tantos otros estudios, va dirigido el presente trabajo, fruto de la colaboración entre diversos profesores de reconocido prestigio.
La Habana de dos épocas confluye en esta novela donde el enigma se abre a partir de una valiosa joya que será subastada en Nueva York. De una parte, el obispo de Espada combate los males que aquejan a la iglesia mas poderosa y corrupta de America Latina en pleno siglo XIX junto a personajes como el doctor Tomas Romay y el padre Felix Varela. Todos ellos unidos en la lucha contra las enfermedades, el racismo y las ilegalidades en las que se mueven algunos miembros eclesiasticos. Asi como su antagonista, el conde ODonnell, quien representa el espiritu mas retrogrado de la epoca e intenta colocar contra la pared al obispo. Y del otro lado, Lola Alegria, Alejandro, Sandra, Marina y Leonid, cubanos que intentan sobrevivir en una Cuba que parece no haber solucionado todos los rezagos que acechan como el racismo, la pobreza, la corrupcion y la desigualdad. Lenguaje duro ex profeso, sexo explicito, marginalidad y violencia a ultranza se adueñan de La Habana. Nada es lo que parece, es mucho peor.