Antonio Bermejo Herreros, autor de esta Guía Turístico-Cultural de la que hoy se publica el segundo tomo, es hombre de pluma, como él dice con cierta complaciente resignación. Licenciado en Derecho por la Facultad Hispalense pronto acudió a la pluma para su diario quehacer. Y resulta que en los momentos de reposo o vacación ha seguido con la pluma, emborronando cuartillas, aunque, en estos casos, por puro placer. Costumbre esta que le ha llevado a publicar dos novelas y a guardar un montón de impresiones, narraciones y notas de viaje elaboradas, por supuesto, de su "pluma y letra". Entre estas notas fueron tomando importancia y cuerpo las que se centraban en los recuerdos españoles que el autor iba encontrando en las antiguas tierras de Flandes. Y así nació este libro. Una Guía Turístico Cultural que quiere ser amena y entrelazar los caminos de cada itinerario con los de la historia Como resultado de este propósito, la visita a una ciudad o lugar de interés, en busca de recuerdos, se divide en dos partes: la histórica, referida al lugar visitado y la descriptiva referida al objeto contemplado: capilla, palacio, inscripción, mausoleo…. Un viaje por caminos poco conocidos por los españoles de hoy y frecuentados por los de ayer, los que antaño fueron a Flandes, unas a veces con ilusión y propia voluntad, otras porque el Destino así lo dispuso sin ni siquiera pedirles parecer.
El autor de esta novela, Antonio Bermejo, ha sido siempre un hombre de pluma y letras; puntualizando aclara que ha sido escribiente los días laborables y escritor los festivos. Se Licenció en Derecho por la Universidad de Sevilla y comenzo su vida profesional en Madrid. Ha trabajado años, hasta su jubilacion, en una Compañia de Seguros. Apasionado por la investigacion historica su primer libro fue no obstante una novela, La Herencia de los Villalones seleccionada para el Premio Andalucia de Novela y publicada en la ciudad hispalense con buena acogida de prensa y publico.Esta nueva novela, Nosotros, los fusionados, toca un tema que el ha conocido de cerca. Creemos que el autor podria considerarse como uno de los personajes de ficcion de su relato.Nos presenta una pequeña empresa, Cibeles, Seguros con sus empleados: el botones fisgon, la mecanografa insolente, el auxiliar cumplidor, el jefe intolerante, el asesor que todo lo sabe, el director que todo lo adivina; forman como una familia que no sale de su reducido horizonte; cada miembro tiene sus sueños, ilusiones, rutinas, rencores que se suceden y tropiezan con los del vecino. Y un dia llegan las fusiones, la fusion con otra empresa del ramo. Los horizontes ¿se ensancharan o se restringiran para los empleados?. Habra de todo.Este relato, ficcion o realidad, poco importa, lleno de anecdotas y de hilos que se cruzan, intenta recordar que puede haber fusiones sin trauma, basta con no provocar la quiebra de valores en los miembros que se unen.
También pudo decir el poeta: Se hace historia al caminar. La idea de recorrer los antiguos Países Bajos Meridionales o Flandes a la busca de recuerdos españoles de aquella época y, encontrados, enumerarlos y comentarlos nació hace mucho tiempo, se hizo realidad hace tres años en que apareció el primer tomo y llega a su fin con la publicación de este tercer tomo. Hacer una búsqueda de recuerdos supone, una vez terminada, trazar unos itinerarios que hagan fácil su visita y ameno el recorrido. Como primera observación digamos que se hacen kilómetros, no en exceso, pero se hacen si recorremos en su totalidad los itinerarios o el único itinerario existente que es una línea quebrada iniciada en el sur de los Países Bajos y que termina en Bruselas. Como segunda observación conviene aclarar que a más de hacer kilómetros se hace historia. Una historia algo revuelta, sin apenas trabazón aparente y sometida al azar de cada itinerario. Una historia que no va surgiendo al ritmo ordenado de las fechas sino según los caprichos del camino, pero que podemos ordenar y vertebrar dándole consistencia y forma. Es lo que hemos hecho en este tomo III al dotarlo de un índice temático y cronológico, a la vez. Ello nos depara la sorpresa de comprobar que en los tres volúmenes publicados no sólo aparecen hechos sometidos a un itinerario sino que, a través de los índices aparece una historia de los Países Bajos Meridionales que va desde Carlos Quinto hasta la paz de Utrecht siguiendo un orden cronológico. Y aparecen las guerras internas o de los Ochenta Años y las guerras exteriores por su orden. Y conocemos el fluir del Arte en Flandes y de las tradiciones locales o las semblanzas de personajes de la época. Y el calidoscopio que parecía inmóvil y sin forma toma vida y cohesión. Y si nos cansamos de hacer camino al andar abrimos el libro de manera que podamos hacer historia al leer.