El Hno. Rafael Arnaiz Barón (1911-1938), joven estudiante de arquitectura y pintor, primero, y joven monje trapense hasta su temprana muerte, se santificó en la gozosa fidelidad de la vida monástica. Su espiritualidad, llena de ricos matices, esta polarizada en la busqueda de Dios, que el expresa con una frase muy propia, en la que parece decirlo todo: ¡Solo Dios!. De esa espiritualidad analizada de manera profunda y competente, nos habla este libro.