Antonio PÉREZ ESCLARÍN es pedagogo, filósofo, educador y formador de formadores. En la actualidad dirige el Cento de Formación e Investigación P. Joaquín, coordina el Proyecto de Formación de Educadores Populares de la Federación Internacional de Fe y Alegría y es profesor investigador del CEPAP de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez de Caracas. Antonio PÉREZ ESCLARÍN es pedagogo, filósofo, educador y formador de formadores. En la actualidad dirige el Cento de Formación e Investigación P. Joaquín, coordina el Proyecto de Formación de Educadores Populares de la Federación Internacional de Fe y Alegría y es profesor investigador del CEPAP de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez de Caracas.
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El objetivo esencial de toda genuina educación no puede ser otro que recuperar la dignidad de las personas y enseñar a vivir humanamente. Recuperando la aventura apasionante de llegar a ser persona y volviendo a poner de moda al ser humano. Vivir es hacerse, construirse, inventarse, desarrollar la semilla de uno mismo hasta alcanzar la cumbre de sus potencialidades. En el corazon de una cultura de violencia y de muerte, es necesario educar para el amor, que es educar para la libertad, para la liberacion de uno mismo liberando a los demas.
«Mi única intención con este libro es ayudar a cada lector a esforzarse por conocerse en profundidad, a quererse cada vez más y a proponerse buscar con decisión el camino de su propia felicidad. Todo
Con este libro, el maestro creativo tendrá una herramienta para promover las inmensas posibilidades que nos brinda el lenguaje, teniendo bien claro que lo importante es que los alumnos piensen, disfruten, se vayan apropiando de la palabra, aprendan a escuchar, hablar, leer y escribir de un modo cada vez mas autonomo y personal. No olvidemos que con maestros creativos tendremos alumnos creadores.
Pérez Esclarín ayuda, a cada lectora y a cada lector, a esforzarse por conocerse en profundidad, a quererse cada vez más y a proponerse buscar con decisión el camino de su propia felicidad. Cada persona tiene la posibilidad de vivir la vida de un modo superficial, hueco o incluso destructivo; o bien, de un modo profundo, abriendo surco, dejando huella. Podemos vivir ahogando la vida, asfixiandola, sufriendo y haciendo sufrir; pero podemos tambien vivir defendiendo la vida, dando felicidad, alimentando corazones. Podemos contribuir a que el mundo sea mejor o podemos empeorarlo.
El objetivo esencial de toda genuina educación no puede ser otro que recuperar la dignidad de las personas y enseñar a vivir humanamente. Recuperando la aventura apasionante de llegar a ser persona y volviendo a poner de moda al ser humano. Vivir es hacerse, construirse, inventarse, desarrollar la semilla de uno mismo hasta alcanzar la cumbre de sus potencialidades. En el corazon de una cultura de violencia y de muerte, es necesario educar para el amor, que es educar para la libertad, para la liberacion de uno mismo liberando a los demas.