Cuando las tropas americanas entraron en Kabul, marcando el fin del régimen talibán, Asne Seierstad se instaló en la casa de Sultan Khan para compartir la vida diaria de su familia y ofrecer un testimonio al mundo tanto de los sentimientos mas intimos de los afganos como tambien de las actividades, la vida y los proyectos de este hombre extraordinario. Si hay una profesion que siempre supone un peligro para el que la ejerce en Afganistan, es la de librero. Mande quien mande, siempre hay libros prohibidos, perseguidos y, en el peor de los casos, quemados. Encarcelado en varias ocasiones tanto por el regimen comunista como por el taliban, Sultan Khan ha tenido que hacer autenticos milagros para seguir adelante con su actividad. Pero, a traves del retrato de su familia, Åsne Seierstad tambien ha querido ofrecer un retrato mas profundo de los afganos, sus temores, sus esperanzas, sus odios, y especialmente ha querido reflejar las inimaginables dificultades que atraviesan las mujeres.