Mucho es lo que se ha escrito sobre Marcel Duchamp, mucho lo que se ha observado a propósito de sus obras y sin embargo, el interés por su vida ha sido escaso. Henri-Pierre Roché escribió, en este sentido, que "la obra mas hermosa de Marcel Duchamp [fue] el empleo de su tiempo". La presente biografía desarrolla esta hipótesis, con la fuerte convicción de que la observación detallada de la vida de Marcel Duchamp permite un acceso privilegiado a su obra. Por medio de su vida, hecha de una multitud de reencuentros, secretos y resurgimientos, asistimos a la elaboración de un verdadero arte de vivir. El mito, iniciado por Breton, de un Duchamp que abandona la partida del arte a favor de "una partida interminable de ajedrez" corrobora el aura de un artista cuya vida y obras estuvieron dedicadas exclusivamente a la paradoja y la elegancia.
Le Peintre blessé. Ce titre, voulu par l'artiste, délibérément ambigu, exacerbe l'impuissance des analyses trop claires que l'on voudrait faire sur son travail. Frappé d'amnésie, le peintre devant le chevalet mythique de son enfance est assis devant nous, hébété, « pris » en images et en mots.