En un estremecedor relato, el autor cuenta sus propias experiencias como víctima de un 'trastorno de disociación de la personalidad'. A causa de los abusos padecidos en la infancia, Cameron West, desarrollo en su vida adulta veintitres personalidades distintas. En cada una de ellas adoptaba el comportamiento de una persona determinada edad -un niño de cuatro años, un preadolescente de doce, etc-, llegando a perder por por completo el control de sus actos.