Cuando Charles Darwin tuvo la valentía de embarcarse en el Beagle para dar la vuelta al mundo, sabía que esa odisea cambiaría su vida; pero no que su trabajo transformaría el panorama científico de su tiempo. En cooperacion con la tripulacion del barco, aquel viaje fue un camino de superacion personal y profesional que le llevo, a su vuelta, a presentar con autonomia sus novedosas teorias acerca de la evolucion, a pesar de la oposicion que le esperaba.