Este libro aporta un enfoque de la historia contemporánea como fenómeno procesual comprensible desde una escala local y micro, pero huyendo de las visiones de "campanario" en tanto que fin en sí mismas. Intenta escapar también a cualquier tentación de historia-mito y a la sacralización de unos determinados valores presentistas que se pretenden inmutables y definitivos en el espacio y en el tiempo, sin fecha de caducidad, imperecederos, así como participar modestamente de la universalidad en los conocimientos sin perder la proximidad territorial y el apego a lo propio.
En Calladas rebeldías, un historiador que se encuentra ultimando una biografía sobre el vizconde de Eza encuentra, por azar, el cuadernillo autobiográfico de un hombre que se denomina asimismo "El Cigüeño". A patrir de ese instante el historiador abandona la redacción de la biografía del Vizconde y se dedica a reconstruir las vivencias y aconteceres de los hombres "sin historia".