El prólogo de este libro es dar a conocer capítulos de la historia de la Biología en la que participan mujeres científicas. Se pretende así arrojar algo de luz sobre quienes fueron excluidas o minusvaloradas por razones ajenas al rigos cientifico.
El contenido de este libro pretende demostrar el sesgo androcéntrico -esto es, una explicación que atiene a la experiencia de los varones hasta el punto de identificar lo masculino con lo humano en general- que ha caracterizado la interpretación convencional de la evolución humana. Rescatar el protagonismo de la hembra primate, y la mujer en definitiva, es necesario para comprender mejor el gran tema de nuestros orígenes. Una visión que los nuevos descubrimientos interdisciplinares están ajustando en el análisis de la historia evolutiva. El método seguido en estas páginas es entrecruzar ese hilo conductor de los avances sobre el conocimiento de la evolución con las aportaciones de grandes científicas y las razones de esa creciente valoración del papel femenino. Colocar en Biología