La figura del voyeur está presente no sólo a nivel de la mirada del espectador sobre las acciones de los otros, sino que se incorpora en las modalidades de acceso a lo real de los dispositivos tecnologicos (generos televisivos como los reality-shows, video-camaras de vigilancia...) a los que al mismo tiempo intenta trascender mediante el establecimiento de relaciones con analisis de pinturas clasicas y modernas en la historia del arte. El impulso natural del hombre por demoler la separacion ontologica frente al resto de los individuos y la curiosidad innata y a la vez estimulada de acceder a las intimidades ajenas se explica desde la interdisciplinariedad, metodo que convierte a este libro sobre el voyeurismo en uno de los mas importantes publicados sobre el tema, con implicaciones ideologicas, psicologicas y esteticas de la imagen en nuestras vidas cotidianas.
El pasaje de la muerte de Ofelia es el eje que articula este libro, que parte de su no escenificación en la escena crucial del drama hasta su recuperación en la pintura del siglo XIX y en las cinematografías y visualidades posteriores. Todo lo anterior conduce al paso de un personaje femenino subsidiario a uno de centralidad creciente, con la complejidad de su estatus iconográfico en narrativas que consuman progresivamente su autonomía. Ofelia fementida analiza la progresiva visualización y constitución visual del personaje literario en adaptaciones fílmicas así como en narrativas independientes a la tragedia shakesperiana con remisiones más o menos mínimas, escamoteadas, diluidas, no siempre tan claras por estar sometidas a una alta, compleja elaboración en otros códigos que contribuyen a desdibujarla más en cada traducción, en cada transescritura que contribuye a su metamorfosis exponencial.
Un creador singular utiliza los textos literarios como meros soportes, con absoluta libertad, sin fidelidad. Esto le ocurría a Alfred Hitchcock. También esto explica que hiciera obras maestras de novelas mediocres y adaptaciones geniales de obras de gran calado, incidiendo en dos conceptos fundamentales en su obra: la meticulosidad y el respeto por el público. Además, como el cine y la literatura son yuxtapuestos y complementarios (es difícil concebir el uno sin el otro), las adaptaciones de Hitchcock sólo son un punto de partida de su apasionado y apasionante universo creativo.
La obra de Bigas Luna ha sido, desde sus inicios, general, global, transdisciplinaria. Más que un director cinematográfico, es un creador imaginario que trabaja con la imagen móvil y con la palabra escrita; un artista que recubre todo lo que toca de luminosidades y de oscuridades. En cada microcosmos disciplinario que le ocupa emplea materiales diversos rompiendo patrones y generos; funda contaminaciones con los codigos, con las tecnicas; consigue maridajes no usuales, pero sobre todo visuales, porque esta cabalmente convencido de que a pesar de las sublimaciones el ser humano sigue siendo un animal y, por tanto, la obra responde a una pulsion que, como tal, ha de ser devorada. De ahi su preferencia por el exceso en cualquiera de sus manifestaciones, por las derivaciones, en suma, de cualquier implicacion vital.Bigas Luna. El ojo voraz, recorre la obra del artista reconociendo la gradual evolucion de sus films desde sus primeras peliculas, mas lobregas, mas tenebrosas, mas sordidas, hasta las de corte mas luminoso, sus films mediterraneos. El analisis por separado de cada film constituye en realidad un procedimiento destinado a facilitar una comprension de la evolucion global de este creador poliedrico que, en su inquietud por la exploracion de nuevas expresiones artisticas, acorde con su vocacion grafica, ultimamente ha abordado la direccion teatral y el montaje del Pabellon de España en la Exposicion de Shanghai.