¿Cómo lograr que un niño, y luego un adolescente, sea capaz de estar quieto observando con calma a su alrededor, capaz de esperar antes de tener, capaz de pensar, con motivación para aprender sin miedo al esfuerzo?Los niños crecen en un entorno cada vez mas frenetico y exigente que, por un lado, ha hecho la tarea de educar mas compleja, y, por otro, los ha alejado de lo esencial. Para su exito futuro vemos necesario programarlos para un sinfin de actividades que los estan apartando del ocio de siempre, del juego libre, de la naturaleza, del silencio, de la belleza. Su vida se ha convertido en una verdadera carrera para saltar etapas, lo que les aleja cada vez mas de su propia naturaleza. Muchos niños se estan perdiendo lo mejor de la vida: descubrir el mundo, adentrarse en la realidad. Un ruido ensordecedor acalla sus preguntas, las estridentes pantallas saturan sus sentidos e interrumpan el aprendizaje lento de todo lo maravilloso que hay que descubrir por primera vez.Educar en el asombro es replantear el aprendizaje como un viaje que nace desde el interior de la persona, una aventura maravillosa facilitada por una consideracion profunda de lo que reclama la naturaleza del niño, como el respeto por su inocencia, sus ritmos, su sentido del misterio y su sed de belleza.
Nuestros hijos aprenden en clave de r ealidad. Para poder
captarla, necesitan relaciones interpersonales, contacto conla belleza y motivos para actuar con sentido. Necesitan sensibilidad,
empatía, es
Com podem aconseguir que un nen i, més endavant, un
adolescent sigui capaç destar-se quiet observant amb calmael seu voltant, capaç desperar abans de tenir, capaç de pensar,
amb motivació per apr
This book is a must-read for parents and educators who want to refocus children's attention to one of the greatest secrets to long-term happiness - discovering the extraordinary in the ordinary' - Jessica Joelle Alexander, co-author of The Danish Way of ParentingChildren of the last twenty years have grown up in an increasingly frenzied and demanding environment so that, on one hand, education has been rendered more complicated, and on the other, the essentials have been lost to view. In order to ensure their future success, parents often feel that they must fill their children's schedules with endless activities that cause leisure, spontaneous activity, and the experience of nature, beauty and silence, to fade out of their lives. This veritable race toward adulthood distances children more and more from the natural laws of childhood.