Ésta es la historia de muchas opresiones y de una insurrección. También la historia de una rendición. Es la historia de una mujer pobre que quiere —que necesita— dedicarse a leer y escribir. De una mujer que no será ni esposa, ni madre: será poeta. Nietzsche dijo: «Quien más sufre exige con la mayor intensidad la belleza, la produce», y podría estar hablando de este libro. Christine Lavant, una de las poetas austriacas más admiradas, narra su estadía voluntaria en un Psiquiátrico en 1935. Lavant no escribió este bellísimo texto hasta 11 años más tarde. Y no consintió en publicarlo en vida porque sentía que era muy personal: en él registra su intento de suicidio, la convivencia con sus excéntricas compañeras, la autoritaria presencia de los médicos y su lucha por sobrevivir escribiendo.
Las únicas certezas que poseemos sobre esta autora son las relativas a su biografía, como su verdadero nombre (Christine Thonhauser), el lugar y las fechas de su nacimiento y muerte (Wolfsberg, 1915-1973), que fue la menor de nueve hermanos y, resumiendo mucho, que su vida estuvo marcada por la enfermedad y la pobreza, y que es una de las escritoras en lengua alemana mas importantes de la historia de la literatura.Es cierto que la poesia de Christine Lavant es, a menudo, hermetica, pues utiliza el propio lenguaje para oponerse tambien a una lengua con la que no puede expresar todo lo que le gustaria ni como le gustaria hacerlo. Mas que confirmar su hermetismo, a mi me gustaria reivindicar la poesia de Christine Lavant como revolucionaria. Porque se vale del lenguaje para luchar contra el propio lenguaje, porque toma la soledad y el rechazo como arma para enfrentarse a aquello que le aporta tanta felicidad como sufrimiento. Porque el principio y fin ultimos de su amor y su rechazo son ella y su existencia. Todas las ellas y todas las existencias que, como su universo, no dejan de girar, transformarse y multiplicarse, como las lecturas e interpretaciones que podemos hacer de su poesia, y todo lo que puede llegar a hacernos sentir.Izaskun Gracia Quintana