(Gijón, Asturias, 1962) Ha trabajado como redactora en el departamento creativo de varias multinacionales de publicidad. Vivió en Nueva York, donde tenía un pequeño negocio de venta a domicilio de ropa de segunda mano. En la actualidad sigue trabajando como publicitaria.
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Una madre de cuarenta años dialoga con su hija de cuatro y las frases de la niña le hacen reflexionar sobre las actuales circunstancias de su vida y el mundo en el que viven ambas.A través de pequeñas líneas de diálogo entre la poetisa y su hija, Frida, el lector se va introduciendo en la sensibilidad de la autora. Estos diálogos dan pie a una voz narrativa que explora la maternidad, la soledad, el miedo y el amor en poemas generalmente breves de verso libre, que actúan como acicates en la conciencia del lector. Estamos ante una mujer que reflexiona o, simplemente, siente los cambios que se producen en su interior ahora que ha dejado la juventud atrás, que es madre y que ya no ve las relaciones con los hombres con la idealización del pasado. Es una mujer concreta, pero que universaliza esa situación de soledad a la que se enfrentan otras muchas en su situación: ¿es factible a esa edad encontrar una pareja estable? ¿Cómo se vive la necesidad del otro en un momento en el que quizá es mejor olvidar que tiene que haber otro? El contrapunto o el reflejo en el que se mira esta mujer es su hija y las frases, inocentes pero agudas, llenas de sentido común, que ésta le dice a su madre. La virginidad del mundo infantil es un camino a través del cual reflexionar sobre la vida. Frida analiza las cosas de forma contundente y clara. La narradora, por el contrario, debe asimilar sus contradicciones. Los poemas están, por tanto, cerca de la cotidianidad de esta mujer. Los temas que utiliza se enmarcan en la gran ciudad y, como ésta, son modernos y directos. Pero no pierden ni un ápice de sensibilidad poética, ni de utilización novedosa del lenguaje, ni honda emotividad.
Esto es un diario. Y un plano de arquitectura. Y un laboratorio de mujeres. Y un microscopio de sentimientos. Y un poco de matemáticas. Y una esquela. Esto es un diario. Y una letra de canción. Y una novela. Y un ensayo con un quimono de seda viejo de andar por casa. Y el cajon donde una mujer guarda su ropa interior. Y una lupa puesta sobre una herida.