Es una obra de consulta imprescindible para traductores y filólogos por su calidad técnica y precisión en el siempre difícil dominio de una lengua en la que lo esencial es el sistema de preposiciones. Cada caso se ilustra con frases significativas de literatos de ambos idiomas.
Alfred Dreyfus, capitán de artillería del ejército francés, es juzgado y condenado por alta traición a pesar de ser inocente. Desde la desastrosa derrota de 1870 frente a Alemania, la desmoralización nacionalista de la clase política y de la opinión pública es inmensa: el pueblo está exigiendo su gran revancha. Para el gobierno y el estado mayor del ejército, nada más oportuno como chivo expiatorio que un militar de origen judío, espía y colaborador del enemigo. Con un trasfondo racista y xenófobo, la prensa y todas las instituciones y partidos, independientemente de su ideología, claman venganza y ejemplaridad en el veredicto. La familia de Dreyfus, que sabe de su lealtad y amor al ejército y a la patria, se rebela contra el fallo y recoge información suficiente de falsificación de las pruebas. Pero el ejército y el gobierno no están dispuestos a reconocer su error ante la opinión pública. Con el artículo «¡Yo acuso...!», Zola se alza como intelectual comprometido con la justicia y la verdad contra todos los poderes establecidos y la razón de Estado...