En Jeremies és un nen a qui la sort sembla donar sempre l'esquena i les desgràcies el persegueixen. Tanmateix, la seva vida canviarà quan, per qüestions de l'atzar, es converteix en el deixeble d'un
Retos virales, apuestas a los 14 años, las canciones de Las Chillers y, sobre todo, cuerpos que mutan y que sangran, que se hacen mayores para el horror de sus propietarios; cuerpos a los que les salen bultos, pelos, tetas no deseadas. Adultos inanes, jovenes que mienten. Y el parasito: una version perversa del cordyceps, un rito de paso, un challenge y un reto analogico, carnal, asqueroso y terrible que se llevara todo por delante salvo a Trinidad, la Tritona, la de los tres cuerpos.Cristina Morano (Madrid, 1967) ha escrito una novela crucial, bestia y violenta sobre lo insolito de la adolescencia, las transfiguraciones del cuerpo, la crueldad y el horror que supone ser joven en el siglo XXI.
La autora se enfrenta a la vida cotidiana con una mirada en la que la intimidad aparece sometida a las sombras que gravitan sobre la vida colectiva. Con un lenguaje sencillo y complejo a la vez y con un tono conversacional, Morano se adentra en los espacios mas proximos: un problema con el ordenador, la compra diaria, la vision agrietada de la fiesta, la precaria compostura de los empleados al salir de la oficina, las servidumbres que marcan la economia domestica, el equilibrio natural o el sentido del arte, de la literatura, de la propia poesia. Cambio climatico es un libro de madurez en el que cohabitan el escepticismo ante el futuro y la decepcion por la quiebra de los sueños de la primera juventud y en el que, tambien, se advierte un sutil homenaje a Celan, a Ramon Gaya y a Sharon Olds.
Sepan que éste no es un libro fácil, displicente, acomodaticio. Tienen estos poemas que empezarán a leer en cinco minutos, tres patas sobre los que se apoyan y que la propia poeta remarca verso tras verso. La primera es la del concepto de 'obediencia', es decir, cumplir la acción de quien manda; esto conlleva que quien habla está donde no da la luz de los focos, en la penumbra, en ese espacio nunca resaltado en los periódicos, si acaso en un breve perdido entre noticias estúpidas; esa obediencia llevada al extremo cristaliza en ese verso espeluznante en el que la poeta afirma "mi hijo es fruto de una orden". (...) Por último, me gustaría añadir otros elementos a destacar en la creación de los poemas: primero, el de la conciencia de sermujer de la poeta, mostrándonos muchas veces una realidad aumentada cuyo fin es potenciar lo más posible la percepción de la realidad física; y segundo, una apuesta estética alejada de lirismos trasnochados en la que, de vez en cuando, aparece una ironía capaz de radiografiar parte de la sociedad en la que vivimos con un humor soberbio.