A veces, el viaje interior comienza con un viaje a cualquier parte.
Cuando estás hecho un lío, irte de peregrino, mochila al hombro, puede parecer una idea descabellada. Aún así Giorgia decide hacer
Carlo, que adoraba ver trenes, decide usarlos ahora como escondite; Hannah, que desde que se han llevado a su hermano, dedica las noches a contar estrellas; Émeline, que no quiere llevar la estrella amarilla cosida en el abrigo; David, huido del gueto de Varsovia con su violin. Las historias de cuatro muchachitos que, en una Europa destrozada por leyes racistas, viven en carne propia el horror de la deportacion.