La autora, como la guerra, nace y crece en este poemario. Mitad gallega, mitad croata, se pasea en estos versos oyendo disparos cercanos, escuchando mil lenguas, anotando todo como si fuera un diario de soldado. Asi, el libro, se convierte en testimonio, en un viaje vital cruzando fronteras, en una perdida gradual de lo que ancla y en un intento denodado por recordar el olvido.La presente edicion, reescrita y ampliada, es un mapa del dolor y el amor, una historia para un espacio / que ya no es el mismo espacio, el dibujo, a lo largo de los años, de los limites del vacio.
Déborah VukusicGuerra de identidad se mueve a caballo entre el testimonio poético y el monólogo teatral. Con una sinceridad abrumadora, Déborah nos desgrana poco a poco una infancia que, si no enteramente feliz, al menos esta asumida como tal. Una infancia en la que se esconden argumentos de suficiente peso como para querer seguir escondidos. La abuela que ejerce de madre, la madre que ejerce de padre, el padre que ejerce de militar... Un mundo ostensiblemente resbaladizo para una niña que, con 16 años 17, descubre la verdad sobre su padre. Un dolor multiple que se abre ante la cruda realidad de que lo usual en muchos sitios es que un padre no sea siempre como James Stewart y que una niña de 16 años 17 haga mucho que dejo de ser una niña para convertirse en Dios sabe que.
Déborah VukusicGuerra de identidad se mueve a caballo entre el testimonio poético y el monólogo teatral. Con una sinceridad abrumadora, Déborah nos desgrana poco a poco una infancia que, si no enteramente feliz, al menos esta asumida como tal. Una infancia en la que se esconden argumentos de suficiente peso como para querer seguir escondidos. La abuela que ejerce de madre, la madre que ejerce de padre, el padre que ejerce de militar... Un mundo ostensiblemente resbaladizo para una niña que, con 16 años 17, descubre la verdad sobre su padre. Un dolor multiple que se abre ante la cruda realidad de que lo usual en muchos sitios es que un padre no sea siempre como James Stewart y que una niña de 16 años 17 haga mucho que dejo de ser una niña para convertirse en Dios sabe que.