Diana Aller nació al final de la dictadura y creció en un mundo apagado y triste. Gracias al cine y a la música llegó viva a la madurez. Y gracias a la escritura tuvo esperanza. Estudió Filosofía en la Universidad Autónoma de Madrid y se especializó en Estética en la Università degli studi di Bologna, Italia. Ha desarrollado el grueso de su carrera laboral como guionista y columnista. En televisión ha hecho realities, datings, concursos, talents y corazón, y en prensa ha colaborado con El Mundo, El País y decenas de publicaciones más. Fue autora, durante dieciséis años, del blog Lo dice Diana Aller y ha publicado las novelas Coños como el de Marta y La hija del reparador de calderas. Hoy se dedica a hacer lo que le gusta: desde Ola Cariño, un pódcast de misterio y morbo, hasta pinchar música como DJ en las fiestas más inmundas de Europa.
Recibe novedades de Diana Aller directamente en tu email
Mencía tiene una vida que no es la que había imaginado de joven: atrapada en una espiral de procrastinación, intrascendencia y evasiones, sale adelante como puede con un trabajo gris y precario, una madre pesadisima, una hermana caradura, el mas total descontrol sobre su destino, borracheras y relaciones sexuales tan frecuentes como vacias y largas sesiones de psicoanalisis.Precisamente durante una de ellas, a comienzos del verano de 2025, su terapeuta le pide que escriba una carta a su yo del pasado para reconciliarse consigo misma. En principio, un simple desahogo para poner negro sobre blanco las frustraciones de una vida entera, si no fuera porque, la mañana siguiente, Mencia recibe en su movil una contestacion que parece provenir del pasado, de la Mencia de 1999. La correspondencia continua y, con cada intercambio, la Mencia del presente se cuestiona cada vez mas su realidad, la vida que ha construido y el camino que la ha llevado a ser quien es.Bajo un humor incisivo, salpicado de situaciones absurdas, parodia de la vida urbana contemporanea, Todas las guerras empiezan en verano es una exploracion intima y despiadada del vacio existencial de una generacion atrapada entre el deber y el deseo, entre la nostalgia y el desencanto.
Valeria es madre, es hija, consume y trabaja. Pero no conduce su vida por el camino que tiene trazado y Ócomo a todas las mujeres- le toca hacer el suyo propio. Es difícil cuando el mundo funciona por patrones (sociales, cerebrales, culturales, sexuales,) y se penaliza a quien se los salta.