¿Qué pueden aportar a nuestra comprensión de la historia y la cultura ciertas producciones de la cultura pop, como las canciones de los Beatles o de los Talking Heads, la pornografía indie, el sobre de los viejos discos de vinilo o los espacios urbanos de reunión y encuentro juveniles? La respuesta de Diederichsen recuerda a teóricos marxistas como Walter Benjamin y, sobre todo, Ernst Bloch, porque propone entender toda producción cultural y artística como un modo en que los hombres y mujeres procesan su experiencia, y en la que se dejan entrever proyecciones de su situación histórica, entremezcladas con alusiones a un horizonte de futuro que sería constitutivo de los seres humanos.
Personas en loop es una colección de imágenes filosóficas, un índice de intervenciones sobre la cultura del presente que tajean su continuidad hiperquinética. Britney Spears, Quentin Tarantino, Charles Manson, Sinead O'Connor, Kenneth Angers, Joe Meek: todos ellos dejan de ser celebridades, excéntricos o personajes de culto, para señalar el punto de una puesta en relieve. El procedimiento de Diederichsen opone el loop a las tradiciones del progreso personal y la huida. Su propio recorrido teórico acaso sea una extraña síntesis entre fuga y regreso: personajes, historias e imágenes in progress avanzan hacia una configuración final que los devuelve transformados, parados sobre sus pies; el eterno retorno del loop es el regreso de lo distinto cada vez.