Encuadernado en rústica semirrígida y con cubierta gris. Edición de 2001. La participación efectiva de las Comunidades Autónomas en la política europea es una demanda que va cobrando más fuerza a medida que se amplia e intensifica la incidencia de las decisiones y normas comunitarias en sus competencias. Pero esa demanda se encuentra con algunos obstaculos de importancia como la inadecuacion del Senado para articular la participacion autonomica en los asuntos de orden interno y la insuficiencia de los mecanismos de cooperacion para paliarla. Asi, la confusion inicial sobre los efectos de la integracion europea en el reparto interno de competencias, o la idea de que las relaciones con los organos comunitarios quedaban dentro de la competencia estatal de relaciones internacionales. En estos momentos es evidente la necesidad de que las Comunidades Autonomas cuenten con unos cauces y unas formas de intervencion en los procesos de toma de decisiones europeas, incluida la presencia ante la Comision y el Consejo de Ministros, y que los organos y procedimientos de cooperacion actualmente existentes son inadecuados e insuficientes para ello. Por tal motivo, siguiendo el ejemplo de otros paises, es preciso establecer nuevos mecanismos que garanticen que la posicion del Estado ante los organos comunitarios se fije teniendo en cuenta los intereses de las Comunidades Autonomas, y no solo sus competencias, y que su defensa pueda realizarse directamente por miembros de sus Gobiernos.