Cuando Japón inició las hostilidades contra Estados Unidos en 1941, la mayor parte de sus líderes comprendieron que estaban entrando en una guerra que seguramente perderían. Basándose en documentos practicamente desconocidos hasta ahora, Eri Hotta plantea una pregunta esencial: ¿por que esos hombres pusieron innecesariamente en peligro a su pais y a sus ciudadanos? A traves de los personajes que llevaron al pais a la conflagracion, la autora nos muestra un Japon oculto que deseaba evitar la guerra, pero estaba plagado de tensiones con Occidente, cegado por un militarismo temerario que descansaba en nociones tradicionales de orgullo y honor, y tentado por el insensato sueño de una gran victoria, por improbable que fuera. Retrata una cupula de poder llena de ambicion territorial y arrogancia: muchos de los que trataron de evitar la guerra con Estados Unidos siguieron apoyando el expansionismo asiatico, esperando continuar, la ocupacion de China que comenzo en 1931, y sin querer aceptar la creciente repulsa de Washington respecto a sus incursiones continentales. A pesar de que los diplomaticos japoneses continuaron negociando con el Gobierno de Roosevelt, Matsuoka Yosuke -el egolatra ministro de Asuntos Exteriores que cortejo tanto a Stalin como a Hitler- y sus seguidores consolidaron el lugar de Japon en la alianz...