“Escribir es un atrevimiento, como quedarse desnuda en una playa”. Así comienza el primero de los relatos que componen este libro, la historia de una escritora que, a sus cuarenta y siete años, decide detener la inercia y el declive de su vida y no regresar de un veraneo. Tambien el protagonista de Pekin-Xativa, a bordo de un tren, descubrira las implicaciones casi fantasmales de intentar recuperar el pasado. Por esta coleccion desfila toda una galeria de variados personajes que comparten el denominador comun de afrontar el vertigo del paso del tiempo: maestras infantiles, bailaoras de flamenco, ancianos del mar del Norte, ingenieros japoneses, padres que ven a sus hijos crecer y alejarse, amantes imposibles de una vieja academia de traducciones, amores de instituto a los que se les perdio la pista, hombres visitados por filosofos griegos y atormentados por un sueño, guitarristas franceses, voyeurs de las vidas ajenas… Y hasta el propio Leonard Cohen retratado al detalle en sus años de silencio, apartado de los escenarios en un monasterio budista.
Tras el éxito de su anterior libro, La playa y el tiempo, aparece ahora este Frágiles humanos, donde Ernesto Calabuig, con un variado elenco de personajes y situaciones, prosigue su reflexión acerca de la perplejidad del veloz discurrir del tiempo humano. En tiempos tan convulsos como los que vivimos, que tan facilmente han revelado nuestra fragilidad esencial y nuestros pies de barro.
El escritor madrileño Ernesto Calabuig (1966) acaba de publicar en la editorial Menoscuarto Un mortal sin pirueta, una colección de quince relatos en los que indaga sobre las limitaciones de la condición humana, pero también sobre esos episodios memorables que salpican cualquier vida. Tras varias décadas trabajando en la edición y la crítica literaria, este primer libro de relatos que publica Calabuig es una atractiva galería de personajes dispares formada por mujeres hermosas, actores, poetas del romanticismo alemán, viejos fotógrafos romanos, profesores excéntricos y maestros que dejaron huella, junto a deportistas iluminados y jubilados con algún secreto. Todos los protagonistas de los quince relatos que componen Un mortal sin pirueta comparten el gozo de algún momento estelar en su pasado, así como la valentía de asumir con heroismo la fugacidad y limitaciones del tiempo humano. Para este fino observador que es Calabuig, relatar se convierte así en una tarea de memoria y rescate: una justa rebelión contra el olvido para que aquello que fue, siga siendo todavía. Calabuig (que publica habitualmente crítica literaria en El Cultural de El Mundo, como especialista en literatura hispanoamericana) es también uno de los coautores del libro Cien escritores del siglo XX que en breve editará Ariel, donde colaborará con tres ensayos de literatura alemana, acerca de Alfred Döblin, Max Frisch e Ingeborg Bachmann.
Una colección de relatos sobre los caminos más resbaladizos de nuestras vidas, aquellos en los que podemos perderlo todo.
Nuevo libro de Ernesto Calabuig. «Sus hermosos relatos transmiten intimidad,
Tras el éxito de crítica y de lectores de sus dos anteriores volúmenes, La playa y el tiempo y Frágiles humanos, continúa Ernesto Calabuig, con los nuevos relatos de Todo tan fugaz, indagando, —a tra