"Viva Puerto Rico americano", se oye gritar en las calles de algunas ciudades puertorriqueñas ante la llegada de las tropas del general Nelson Miles en 1898, y no falta quien agita con entusiasmo la bandera de Estados Unidos al paso de los soldados. Hay que admitir que la invasion de la isla, sobre todo si se compara con la cruente guerra de Cuba, resulto facil para el ejercito norteamericano.Con un alto grado de ingenuidad, reforzado sin duda por el descontento ante el decadente regimen español. Puerto Rico recibe a los invasores del norte como redentores. Pero las esperanzas de libertad y progreso economico de los puertorriqueños se ven frustradas a los pocos meses y la desilusion no tarda en extenderse. De provincia de ultramar de un imperio obsoleto, la isla se convierte en botin de guerra de una joven nacion que paulatinamente se va transformando en potencia imperialista.Esteban Lopez Gimenez (1845-1905), medico de la localidad de Fajardo, nos ofrece en esta cronica del 98, testimonio inedito hasta el momento, un documento de excepcion sobre la vida cotidiana en el Puerto Rico de fin de siglo y acerca de como se vivio el cambio de bandera. Un texto, sincero y emocionante, de gran fuerza narrativa, que nos abre una ventana a la conciencia de un hombre a quien le toco vivir una epoca marcada por los cambios...